Miguel Herrero fue un célebre
concursante del programa de Cuatro Soy el que más sabe de televisión del
mundo. Lo recordarán bien todos los teleadictos que siguieron con fidelidad
aquel concurso de los sábados fundacionales de la cadena de Sogecable. Cuando
nadie sospechaba, ni ellos mismos, que acabarían constreñidos a la fusión con
Telecinco.
Miguel Herrero, vallisoletano de
Portillo, demostró semana tras semana que lo sabía todo. Del presente y del
pasado televisivo. Sobre todo del pasado. Y, desde entonces, lo viene
demostrando en numerosos programas de la televisión de su tierra. Allá se le
puede ver, en la nueva cadena autonómica de Castilla y León, los viernes por
la tarde, en El rincón de Miguel. Cortesía de la conductora del magacín de
tarde, Cristina Camell.
Lo bueno de estos tiempos de
Internet es que cualquiera puede seguir los programas de Miguel Herrero.
Escribes su nombre, o el de su blog El retrovisor, pinchas en el navegador, y
allá que te aparecen sus entregas. Pero mejor sería que este señor tuviese su
propio espacio en una emisora de difusión nacional.
Sus ilustres invitados hacen cola
por acudir al plató: Mayra Gómez Kemp, José Luis Uribarri, Hugo Stuven, Elena
Santonja, Consuelo Berlanga. ¿Quién no conoce a Miguel Herrero? ¿Y quién,
conociéndolo, no lo ama? Lo sorprendente del caso es que nuestro hombre se
parece cada vez más, en los gestos y en las formas, a don Narciso Ibáñez
Serrador, a quien venera. Ambos son monstruos catódicos, que han nacido por y
para conquistar en el medio televisivo. Que son felices en él y que se quedan
mustios, como peces fuera de la pecera, en cuanto lo abandonan.
Si las cosas son como debieran,
Miguel Herrero, el hombre que más sabe de la televisión española en el mundo,
tendría su propio programa en una televisión nacional. No lo duden. Llegará
el día en que todos lo veremos.
Antonio Sempere
crítico de
televisión.
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