Los reportajes
resultaban muy curiosos. Había espacio para ver al creador de los muñecos de
José Luis Moreno, los mejores sketches de Pedro Ruiz, a los integrantes del
equipo de “Si lo sé no vengo”, los actores de doblaje de las series, la vida de
la gimnasta Eva Nasarre, los delitos de “Mike Hammer” en la vida real o la letra
de la canción que nos representaría en Eurovisión. Espacio para saber más de los
protagonistas de “El gran héroe americano”, “Hotel” o “El halcón callejero”.
Época donde “La superabuela”, “Candy Candy”, “Los Fraggle Rock” o Espinete
distraían a los más pequeños, y la revista siempre tuvo un hueco con sus
fotografías a color que sirvieron para que las cortáramos y luego pegar en
cuadernos y carpetas de colegio. Pero el cine también fue clave de TELE
INDISCRETA. Un apartado de la revista analizaba cada película, aparecía una
etiqueta para pegar en las cintas VHS con el título de la misma e incluso un
poster con todas “las películas del mes”, que servía de orientación para conocer
con antelación el calendario de filmes de TVE. Y si se quería conocer más al
detalle la vida de las figuras legendarias del séptimo arte, el coleccionable
“Estrellas del cine”, para repasar la vida y obra de Mae West, Gregory Peck o
Rock Hudson. Esto hizo que se ofreciera una versión con los míticos de la
pequeña pantalla: “Grandes héroes de la tele”, como David Jansen “El fugitivo” o
Raymond Burr “Perry Mason”. Y “La otra cara de los héroes olímpicos” completaba
la terna para abarcar también el mundo deportivo. También hubo momento para
hablar de las parejas de famosos, con los “grandes romances de Hollywood” (Tony
Curtis o Warren Beaty).
Quienes fueran
grandes seguidores de esta publicación, y hayan conservado los ejemplares,
tendrán como reliquias la carpeta del París Dakar llena de pegatinas que se
regalaban cada semana. O el álbum de cromos “fichero TV” con los protagonistas
de “Corrupción en Miami” en su portada. Y aquellas “cartas egipcias del amor”
con estuche incluido, las “tarjetas de la suerte” con tréboles o las pegatinas
del simpático extraterrestre verde “Toi” (Toi contento…). En “El baúl de los
recuerdos” se conocía el presente de figuras de la tele de décadas pasadas, como
Blanca Álvarez o “Los Chiripitifláuticos”. Contó durante una época con la
sección “Grandes aventureros” donde conocimos la vida de históricos reporteros
de TVE como Fernando de Giles. En “Fuera de la pantalla” se ofrecía la cara
cotidiana de los presentadores de la tele como Luis Pancorbo (responsable de
“Otros pueblos”). Sin duda, gracias a la revista se pudo conocer aspectos ajenos
al mundo televisivo. En “La vida de Elvis Presley” se conocieron todos los
detalles del astro rey de la música. También se hizo eco de la continuación, no
grabada como serie, de “Anno Domini”. En el 87 y debido a la emisión de
telefilmes de suspense los sábados noche en TVE1 bajo el epígrafe de “Misterio”,
la revista también tuvo su apartado para relatos con ese mismo nombre,
“Misterio”.
Durante los años 87
al 89, la revista tuvo como destacados a todos los integrantes del “Un dos tres”
de Chicho, las diferentes temporadas de “Falcon Crest” (dosificadas en tandas de
26 capítulos), la perrita Pippin o el alienígena socarrón ALF. Pero sería la
nueva década la que daría un nuevo impulso a una fórmula que se iba agotando. La
llegada de las cadenas privadas se anunció con una portada para Mayra Gómez
Kemp, imagen principal de Antena 3 TV. A lo largo de los meses, la programación
de estas nuevas cadenas, así como de nuevas autonómicas como Telemadrid o Canal
Sur, hizo que la revista tuviera que ampliar sus páginas. Pero no pudo contar
con su tradicional lema “toda a todo color” ya que parte de la revista aparecía
en blanco y negro, especialmente la parte de las autonómicas. Las regiones que
no captaban la emisión de esas cadenas desconocían a los profesionales de las
mismas pero les proporcionaron grandes cotas de popularidad gracias a esta
difusión.
TELE INDISCRETA iba a
contar con tres grandes bazas en esta época. Por un lado, las telenovelas
vivieron un gran auge a raíz del éxito insospechado de “Cristal”. Jeannette
Rodríguez y Carlos Mata arrasaban en la audiencia de sobremesa, y la revista dio
cuenta de todo lo acontecido semanalmente en la serie con un coleccionable, que
se completaba con entrevistas a todo el reparto. La expectación se repetiría con
“La dama de rosa”, protagonizada por el mismo dueto de actores. Uno de sus
intérpretes, Raul Amundaray, hizo el anuncio de la revista para las
televisiones. Acabada “Cristal”, se publicó la continuación de la misma con una
carpeta para guardarla. Todas las cadenas se apuntaron al fenómeno y “los
culebrones” poblaron todas las parrillas en sus diferentes horarios. TELE
INDISCRETA dio cumplida información de cada una de ellos, convirtiéndose en una
revista demasiado específica con este género. Pero las nuevas series animadas,
llegadas de Japón, servirían de reclamo a otro público, el infantil-juvenil.
“Campeones” sería la revelación de este tipo de animaciones, compitiendo con el
Telediario 2 de TVE desde Tele 5. La revista regaló posters gigantescos con sus
protagonistas. Meses después ocurriría lo mismo con la serie de las autonómicas
“Bola de Dragón”. Tanto Oliver y Benji como Son Goku inundaron de nuevo las
habitaciones de las nuevas generaciones. Y un tercer reclamo hizo que las ventas
se dispararan. El concurso de Antena 3 “El Gordo”, con José Coronado, iba a
aliarse con la revista en una de las mejores jugadas de los medios gráficos. Si
TP contaba con la TP tarjeta para concursar en “El precio justo”, el “Un dos
tres” o “Desde Palma con amor”, TELE INDISCRETA regalaba un cartón con números
que había que ir tachando a modo de bingo, y que si resultabas ganador, te
llevabas un estupendo coche, sólo por haber comprado dicha revista. “El Gordo”
también pasaría a TP y a la nueva competencia, SUPERTELE.
Ya casi todas las
revistas informaban de los sucesos de las telenovelas y el fuelle del impacto
inicial se iba desgastando. Pero una nueva alegría les llegaba a la revista. TVE
reponía por primera vez, tras 6 años, la serie que les dio el superventas, “V”.
Cierto es que se emitiría a diario, por lo que esta vez, sería aún más corta su
duración, apenas mes y medio. Pero fue muy bien aprovechado. TELE INDISCRETA
llevaba de nuevo a su portada en este 1991 a “V” (algo inusual en reposiciones),
regalaba posters y una edición de pegatinas diferentes a la de 1985. Se
anunciaba durante la emisión de la serie y Antena 3 la anunciaba los domingos
tarde, durante sus cortes de publicidad del nuevo programa de Hermida, los
contenidos de la revista que saldría el lunes. Nuevo reclamo publicitario, pero
de corta vida. Y no podían imaginar lo que daría de sí el nuevo fenómeno de la
temporada, “Sensación de vivir”…
Brandon, Brenda,
Kelly y el resto de chicos de “Beverly Hills, 90210” arrasaban los viernes por
la noche, atrayendo a la juventud de la época. La locura benefició a todos los
que se hicieron eco de la serie. TELE INDISCRETA regaló pegatinas, posters de
gran tamaño, coleccionables con las vidas de sus protagonistas, entrevistas,
etc. Eran tiempos de salir de fiesta, de ligoteos, de problemas con las drogas o
el alcohol. La llegada de “Melrose place” sólo hizo aumentar el potencial de los
chicos de “Sensación de vivir”. Las teles creaban mitos sin parar, de “Los
vigilantes de la playa” al “Príncipe de Bel Air”. Tantas cadenas con tanta
programación que era difícil de satisfacer todas las peticiones. Pero SUPERTELE
venía dando fuerte, con un formato de revista moderna, más grande, con posters
de gran tamaño, mucho colorido y gran calidad de reportajes y curiosidades
entorno al medio televisivo. Hubo que adaptarse y TELE INDISCRETA lo hizo con el
nuevo género predominante, los “reality shows”. Así se llamó al tipo de
programas que usaban el morbo y los sucesos para llenar sus contenidos. Ejemplos
como “¿Quién sabe dónde?” , “Código 1”, “Misterios sin resolver” o “La máquina
de la verdad”, y temas como el de las niñas de Alcasser. Las revistas hicieron
hueco para contar cada caso e, incluso, para tener secciones como un dossier con
los casos más llamativos del programa de desaparecidos de Paco Lobatón.
En estos primeros
años 90, la revista tuvo su coleccionable con carpeta para la serie de Antena 3
“Indiana Jones” basada en la película de Harrison Ford. Se centró en la moda de
las grabaciones caseras con una sección para los vídeos ganadores de Alfonso
Arús en sus “Vídeos de 1ª” y dejó satisfechos a los fans de las Cacao Maravillao
con el poster más grande ofrecido nunca en la historia de la revista. En el 95,
con la moda de los programas nostálgicos, la revista tuvo su apartado para
rememorar la vida y lo que pasó con personajes como Kabir Bedi “Sandokán” o
Florencio Solchaga en un “¿Qué fue de…?”, que recordaba demasiado al “¿Qué pasó
con…?” de Consuelo Berlanga, que arrasaba en las cadenas autonómicas. También
estuvo la moda de los concursos, especialmente “Cifras y letras”, y TELE
INDISCRETA ofrecía su página de números para conseguir una cantidad, y de letras
para formar la palabra más larga. Estamos a mitad de los años 90 y la revista
entra a formar parte de una nueva editorial, la de “Pronto”. Desde ese momento,
la publicación irá cambiando para tratar la televisión desde una perspectiva de
revista del corazón. Muchas noticias breves, reportajes con algún tono
amarillista y secciones alejadas de la propia tv, como “En casa de…” para
mostrar el hogar de famosillos como Rappel. Iba de acorde con la nueva moda, la
de los programas de cotilleos. La revista se adaptó al éxito de “Expediente X”
con las narraciones de los casos más estremecedores relacionados con lo
sobrenatural. Si en el 93 regaló una carpeta y pegatinas de “Parque Jurásico”
para entrar en el fenómeno cinematográfico, en esta época repetiría obsequio,
una de la película “Independence Day” de Will Smith.
La historia de TELE
INDISCRETA deambula a la par con la de la historia de la tele y sus fenómenos.
Con la repercusión de “La parodia nacional”, mostró las letras más graciosas del
concurso. Con las imágenes más llamativas de “Gente” o “Impacto TV” creó una
sección de lo más curioso de la pequeña pantalla. Si Chicho conseguía que un
concurso de sobre la fauna como “Waku waku” fuera seguido por más de tres
millones de espectadores cada domingo, TELE INDISCRETA regalaba (a la antigua
usanza) una carpeta para coleccionar cada fascículo con las diferentes especies
animales. Cuando las series españolas coparon la programación a finales de los
90, los resúmenes de cada una de ellas sustituyeron a los coleccionables de las
americanas. Con los concursos de telerealidad como “Gran hermano” o “El bus”, el
día a día de sus concursantes se relataba en amplias secciones especiales,
dedicando las portadas a María José Galera o Ismael, donde en su momento estuvo
Jesús Hermida o Julia Otero. Hubo espacio para “Pokemon”, que tuvo portada y
cromos en cartón duro en su contraportada. Los programas del corazón a modo de
espectáculo (tipo “Tómbola” o “Crónicas marcianas”) matarían progresivamente a
estas revistas, que para seguir esta nueva moda, tenían que informar de los
freakys Tamara, Paco Porras o Leonardo Dantés o de los famosillos que nacían de
los propios programas. La magia de comprar la revista para seguir la vida de los
personajes de la tele se había perdido. Y la falta de compromiso de las cadenas
para detallar su programación hundió el servicio de información de las
revistas.
Una nueva imagen de
TELE INDISCRETA, un recorte de formato y una dedicación casi exclusiva al mundo
del famoseo hizo que se pareciera demasiado a otras revistas tipo “Cuore”.
Habían celebrado la edición número mil pocos meses antes pero las altas
instancias cerraron la revista sin un número distinguido y de coleccionista que
pudiéramos conservar para recordar tantos años de éxitos televisivos, año 2006.
Atrás quedan tiempos inolvidables. Portadas donde se reunían a los presentadores
más importantes de todas las cadenas para celebrar la Navidad o de rellenar las
encuestas con lo mejor de la revista. Atrás quedaban los famosos de series
americanas que nos dedicaban su autógrafo en una entrevista en exclusiva o de
los reportajes con las novedades de cada estación del año, aquellas “novedades
de otoño” que leíamos con gran interés para conocer todos los estrenos. No
existía un medio como Internet, había que esperar a la siguiente semana para
saber algo más del destino de nuestras estrellas. No comprar la revista
significaba que podían pasar meses y meses sin saber si una serie continuaría o
los motivos de la marcha de una estrella de la tele a la radio. Pero TELE
INDISCRETA es sinónimo de juventud, de años 80, de lagartos invasores, de
regalos por comprar un ejemplar con aquel anagrama inolvidable. Era una cita
ineludible en el quiosco. Ese olor a papel recién impreso, revista cargada de
contenidos interesantes, y demostración del magnífico trabajo que llevaron a
cabo los redactores de dicha publicación. Sirva este relato como homenaje a un
icono de los 80, una reliquia de cualquier teleadicto, para la historia, TELE
INDISCRETA.
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