El rincón de 

 Miguel Herrero

  La revista Tele Indiscreta (2)  

 

 

Los reportajes resultaban muy curiosos. Había espacio para ver al creador de los muñecos de José Luis Moreno, los mejores sketches de Pedro Ruiz, a los integrantes del equipo de “Si lo sé no vengo”, los actores de doblaje de las series, la vida de la gimnasta Eva Nasarre, los delitos de “Mike Hammer” en la vida real o la letra de la canción que nos representaría en Eurovisión. Espacio para saber más de los protagonistas de “El gran héroe americano”, “Hotel” o “El halcón callejero”. Época donde “La superabuela”, “Candy Candy”, “Los Fraggle Rock” o Espinete distraían a los más pequeños, y la revista siempre tuvo un hueco con sus fotografías a color que sirvieron para que las cortáramos y luego pegar en cuadernos y carpetas de colegio. Pero el cine también fue clave de TELE INDISCRETA. Un apartado de la revista analizaba cada película, aparecía una etiqueta para pegar en las cintas VHS con el título de la misma e incluso un poster con todas “las películas del mes”, que servía de orientación para conocer con antelación el calendario de filmes de TVE. Y si se quería conocer más al detalle la vida de las figuras legendarias del séptimo arte, el coleccionable “Estrellas del cine”, para repasar la vida y obra de Mae West, Gregory Peck o Rock Hudson. Esto hizo que se ofreciera una versión con los míticos de la pequeña pantalla: “Grandes héroes de la tele”, como David Jansen “El fugitivo” o Raymond Burr “Perry Mason”. Y “La otra cara de los héroes olímpicos” completaba la terna para abarcar también el mundo deportivo. También hubo momento para hablar de las parejas de famosos, con los “grandes romances de Hollywood” (Tony Curtis o Warren Beaty).

Quienes fueran grandes seguidores de esta publicación, y hayan conservado los ejemplares, tendrán como reliquias la carpeta del París Dakar llena de pegatinas que se regalaban cada semana. O el álbum de cromos “fichero TV” con los protagonistas de “Corrupción en Miami” en su portada. Y aquellas “cartas egipcias del amor” con estuche incluido, las “tarjetas de la suerte” con tréboles o las pegatinas del simpático extraterrestre verde “Toi” (Toi contento…). En “El baúl de los recuerdos” se conocía el presente de figuras de la tele de décadas pasadas, como Blanca Álvarez o “Los Chiripitifláuticos”. Contó durante una época con la sección “Grandes aventureros” donde conocimos la vida de históricos reporteros de TVE como Fernando de Giles. En “Fuera de la pantalla” se ofrecía la cara cotidiana de los presentadores de la tele como Luis Pancorbo (responsable de “Otros pueblos”). Sin duda, gracias a la revista se pudo conocer aspectos ajenos al mundo televisivo. En “La vida de Elvis Presley” se conocieron todos los detalles del astro rey de la música. También se hizo eco de la continuación, no grabada como serie, de “Anno Domini”. En el 87 y debido a la emisión de telefilmes de suspense los sábados noche en TVE1 bajo el epígrafe de “Misterio”, la revista también tuvo su apartado para relatos con ese mismo nombre, “Misterio”.

Durante los años 87 al 89, la revista tuvo como destacados a todos los integrantes del “Un dos tres” de Chicho, las diferentes temporadas de “Falcon Crest” (dosificadas en tandas de 26 capítulos), la perrita Pippin o el alienígena socarrón ALF. Pero sería la nueva década la que daría un nuevo impulso a una fórmula que se iba agotando. La llegada de las cadenas privadas se anunció con una portada para Mayra Gómez Kemp, imagen principal de Antena 3 TV. A lo largo de los meses, la programación de estas nuevas cadenas, así como de nuevas autonómicas como Telemadrid o Canal Sur, hizo que la revista tuviera que ampliar sus páginas. Pero no pudo contar con su tradicional lema “toda a todo color” ya que parte de la revista aparecía en blanco y negro, especialmente la parte de las autonómicas. Las regiones que no captaban la emisión de esas cadenas desconocían a los profesionales de las mismas pero les proporcionaron grandes cotas de popularidad gracias a esta difusión.

TELE INDISCRETA iba a contar con tres grandes bazas en esta época. Por un lado, las telenovelas vivieron un gran auge a raíz del éxito insospechado de “Cristal”. Jeannette Rodríguez y Carlos Mata arrasaban en la audiencia de sobremesa, y la revista dio cuenta de todo lo acontecido semanalmente en la serie con un coleccionable, que se completaba con entrevistas a todo el reparto. La expectación se repetiría con “La dama de rosa”, protagonizada por el mismo dueto de actores. Uno de sus intérpretes, Raul Amundaray, hizo el anuncio de la revista para las televisiones. Acabada “Cristal”, se publicó la continuación de la misma con una carpeta para guardarla. Todas las cadenas se apuntaron al fenómeno y “los culebrones” poblaron todas las parrillas en sus diferentes horarios. TELE INDISCRETA dio cumplida información de cada una de ellos, convirtiéndose en una revista demasiado específica con este género. Pero las nuevas series animadas, llegadas de Japón, servirían de reclamo a otro público, el infantil-juvenil. “Campeones” sería la revelación de este tipo de animaciones, compitiendo con el Telediario 2 de TVE desde Tele 5. La revista regaló posters gigantescos con sus protagonistas. Meses después ocurriría lo mismo con la serie de las autonómicas “Bola de Dragón”. Tanto Oliver y Benji como Son Goku inundaron de nuevo las habitaciones de las nuevas generaciones. Y un tercer reclamo hizo que las ventas se dispararan. El concurso de Antena 3 “El Gordo”, con José Coronado, iba a aliarse con la revista en una de las mejores jugadas de los medios gráficos. Si TP contaba con la TP tarjeta para concursar en “El precio justo”, el “Un dos tres” o “Desde Palma con amor”, TELE INDISCRETA regalaba un cartón con números que había que ir tachando a modo de bingo, y que si resultabas ganador, te llevabas un estupendo coche, sólo por haber comprado dicha revista. “El Gordo” también pasaría a TP y a la nueva competencia, SUPERTELE.

Ya casi todas las revistas informaban de los sucesos de las telenovelas y el fuelle del impacto inicial se iba desgastando. Pero una nueva alegría les llegaba a la revista. TVE reponía por primera vez, tras 6 años, la serie que les dio el superventas, “V”. Cierto es que se emitiría a diario, por lo que esta vez, sería aún más corta su duración, apenas mes y medio. Pero fue muy bien aprovechado. TELE INDISCRETA llevaba de nuevo a su portada en este 1991 a “V” (algo inusual en reposiciones), regalaba posters y una edición de pegatinas diferentes a la de 1985. Se anunciaba durante la emisión de la serie y Antena 3 la anunciaba los domingos tarde, durante sus cortes de publicidad del nuevo programa de Hermida, los contenidos de la revista que saldría el lunes. Nuevo reclamo publicitario, pero de corta vida. Y no podían imaginar lo que daría de sí el nuevo fenómeno de la temporada, “Sensación de vivir”…

Brandon, Brenda, Kelly y el resto de chicos de “Beverly Hills, 90210” arrasaban los viernes por la noche, atrayendo a la juventud de la época. La locura benefició a todos los que se hicieron eco de la serie. TELE INDISCRETA regaló pegatinas, posters de gran tamaño, coleccionables con las vidas de sus protagonistas, entrevistas, etc. Eran tiempos de salir de fiesta, de ligoteos, de problemas con las drogas o el alcohol. La llegada de “Melrose place” sólo hizo aumentar el potencial de los chicos de “Sensación de vivir”. Las teles creaban mitos sin parar, de “Los vigilantes de la playa” al “Príncipe de Bel Air”. Tantas cadenas con tanta programación que era difícil de satisfacer todas las peticiones. Pero SUPERTELE venía dando fuerte, con un formato de revista moderna, más grande, con posters de gran tamaño, mucho colorido y gran calidad de reportajes y curiosidades entorno al medio televisivo. Hubo que adaptarse y TELE INDISCRETA lo hizo con el nuevo género predominante, los “reality shows”. Así se llamó al tipo de programas que usaban el morbo y los sucesos para llenar sus contenidos. Ejemplos como “¿Quién sabe dónde?” , “Código 1”, “Misterios sin resolver” o “La máquina de la verdad”, y temas como el de las niñas de Alcasser. Las revistas hicieron hueco para contar cada caso e, incluso, para tener secciones como un dossier con los casos más llamativos del programa de desaparecidos de Paco Lobatón. 

En estos primeros años 90, la revista tuvo su coleccionable con carpeta para la serie de Antena 3 “Indiana Jones” basada en la película de Harrison Ford. Se centró en la moda de las grabaciones caseras con una sección para los vídeos ganadores de Alfonso Arús en sus “Vídeos de 1ª” y dejó satisfechos a los fans de las Cacao Maravillao con el poster más grande ofrecido nunca en la historia de la revista. En el 95, con la moda de los programas nostálgicos, la revista tuvo su apartado para rememorar la vida y lo que pasó con personajes como Kabir Bedi “Sandokán” o Florencio Solchaga en un “¿Qué fue de…?”, que recordaba demasiado al “¿Qué pasó con…?” de Consuelo Berlanga, que arrasaba en las cadenas autonómicas. También estuvo la moda de los concursos, especialmente “Cifras y letras”, y TELE INDISCRETA ofrecía su página de números para conseguir una cantidad, y de letras para formar la palabra más larga. Estamos a mitad de los años 90 y la revista entra a formar parte de una nueva editorial, la de “Pronto”. Desde ese momento, la publicación irá cambiando para tratar la televisión desde una perspectiva de revista del corazón. Muchas noticias breves, reportajes con algún tono amarillista y secciones alejadas de la propia tv, como “En casa de…” para mostrar el hogar de famosillos como Rappel. Iba de acorde con la nueva moda, la de los programas de cotilleos. La revista se adaptó al éxito de “Expediente X” con las narraciones de los casos más estremecedores relacionados con lo sobrenatural. Si en el 93 regaló una carpeta y pegatinas de “Parque Jurásico” para entrar en el fenómeno cinematográfico, en esta época repetiría obsequio, una de la película “Independence Day” de Will Smith.

La historia de TELE INDISCRETA deambula a la par con la de la historia de la tele y sus fenómenos. Con la repercusión de “La parodia nacional”, mostró las letras más graciosas del concurso. Con las imágenes más llamativas de “Gente” o “Impacto TV” creó una sección de lo más curioso de la pequeña pantalla. Si Chicho conseguía que un concurso de sobre la fauna como “Waku waku” fuera seguido por más de tres millones de espectadores cada domingo, TELE INDISCRETA regalaba (a la antigua usanza) una carpeta para coleccionar cada fascículo con las diferentes especies animales. Cuando las series españolas coparon la programación a finales de los 90, los resúmenes de cada una de ellas sustituyeron a los coleccionables de las americanas. Con los concursos de telerealidad como “Gran hermano” o “El bus”, el día a día de sus concursantes se relataba en amplias secciones especiales, dedicando las portadas a María José Galera o Ismael, donde en su momento estuvo Jesús Hermida o Julia Otero. Hubo espacio para “Pokemon”, que tuvo portada y cromos en cartón duro en su contraportada. Los programas del corazón a modo de espectáculo (tipo “Tómbola”  o “Crónicas marcianas”) matarían progresivamente a estas revistas, que para seguir esta nueva moda, tenían que informar de los freakys Tamara, Paco Porras o Leonardo Dantés o de los famosillos que nacían de los propios programas. La magia de comprar la revista para seguir la vida de los personajes de la tele se había perdido. Y la falta de compromiso de las cadenas para detallar su programación hundió  el servicio de información de las revistas.

Una nueva imagen de TELE INDISCRETA, un recorte de formato y una dedicación casi exclusiva al mundo del famoseo hizo que se pareciera demasiado a otras revistas tipo “Cuore”. Habían celebrado la edición número mil pocos meses antes pero las altas instancias cerraron la revista sin un número distinguido y de coleccionista que pudiéramos conservar para recordar tantos años de éxitos televisivos, año 2006. Atrás quedan tiempos inolvidables. Portadas donde se reunían a los presentadores más importantes de todas las cadenas para celebrar la Navidad o de rellenar las encuestas con lo mejor de la revista. Atrás quedaban los famosos de series americanas que nos dedicaban su autógrafo en una entrevista en exclusiva o de los reportajes con las novedades de cada estación del año, aquellas “novedades de otoño” que leíamos con gran interés para conocer todos los estrenos. No existía un medio como Internet, había que esperar a la siguiente semana para saber algo más del destino de nuestras estrellas. No comprar la revista significaba que podían pasar meses y meses sin saber si una serie continuaría o los motivos de la marcha de una estrella de la tele a la radio. Pero TELE INDISCRETA es sinónimo de juventud, de años 80, de lagartos invasores, de regalos por comprar un ejemplar con aquel anagrama inolvidable. Era una cita ineludible en el quiosco. Ese olor a papel recién impreso, revista cargada de contenidos interesantes, y demostración del magnífico trabajo que llevaron a cabo los redactores de dicha publicación. Sirva este relato como homenaje a un icono de los 80, una reliquia de cualquier teleadicto, para la historia, TELE INDISCRETA. 

 

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