Andrés Aberasturi visitaba esta semana la sección
telenostálgica para recordar los mejores momentos de su trayectoria en la
pequeña pantalla. Un periodista coherente, que no ha tolerado injusticias
y ha luchado porque la igualdad reinara en sus épocas televisivas. Le
vimos por primera vez como uno de esos presentadores que rotaban en las
sobremesas de “La tarde”. Después daría el salto a los informativos de TVE
en el fin de semana en una etapa curiosa.
En 1987 Pilar Miró decidió cambiar el concepto de
los Telediarios del sábado y el domingo, hacerlos más apetecibles.
Desaparecían las ediciones de las 15h y 20,30h. para cubrirlos con un
magazine de 14,30h a 15,30h, e igualmente por la noche, en el que
Aberasturi y María Escario (antes estuvo Pedro Erquicia y, después, María
San Juan) recopilaban interesantes reportajes de actualidad, más
distendidos, y tan sólo un boletín informativo.
La idea funcionó extraordinariamente, con un
Aberasturi informal, que se colocaba delante de la mesa de informativos, y
con su tono sosegado. Acabada esa fase, el presentador se encargó de un
nuevo programa, “Por la tarde”. De lunes a viernes en TVE1 realizó una
propuesta muy distinta a la habitual, con una mesa sin pata, un sofá que
se mantenía en el aire (se les llamaba sábanas fantasma) y un metrónomo.
Allí se entrevistó a gente muy destacable de la época.
Pero el sueldo era muy bajo respecto a otras
estrellas de la cadena y, al no llegar a un acuerdo, decidió marcharse en
pleno éxito. Pasado un tiempo en Canal Sur regresó al nivel nacional en
Telecinco, con diferentes formatos. Por un lado, el “Telecinco, dígame”
con Amparo Larrañaga, Paloma Lago y Belén Rueda en distintas épocas. Se
emitía los sábados al mediodía e incluía alguna serie como “Un médico
precoz”. Lo compaginó con “Futbolísimo” y sus comentarios en “Entre hoy y
mañana” de Luis Mariñas.
Antena 3 le fichó para hacer un programa sobre
fenómenos paranormales, “En los límites de la realidad”, que se convirtió
en un espacio de culto que la competencia le copió. En el 94 hizo un
espacio que tan sólo duró una semana, “Libre y directo”, como es él.
Andrés siguió colaborando en el medio con Hermida o Jiménez del Oso,
además de continuar en el medio donde se ha sentido más cómodo, la radio
(ahora en RNE). Lucha por la integración de los que padecen parálisis
cerebral. Es Aberasturi un hombre bueno, pesimista (como se define él
mismo) y un mito de la tele al que se admira siempre.
Vídeos de la entrevista
Parte 1
Parte 2
Parte 3
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