El pasado viernes, mi rincón telenostálgico recibió la
visita del gran Fernando Navarrete, uno de los mejores realizadores de la
historia de nuestra televisión. En los años sesenta llegaba a TVE aunque
sería en los setenta cuando alcanzaría la popularidad. Su nombre resaltaba
en las cabeceras de los programas de José María Íñigo, “Estudio abierto”,
“Directísimo”, “Fantástico” y “Esta noche fiesta”. Este último se emitía
desde la conocida sala de fiestas “Florida Park”. Precisamente, aquel
espacio sirvió para entretener a la audiencia durante la primera noche de
elecciones democráticas. Un show interminable cargado de primeras figuras
del mundo artístico.
Frente a la mirada de Navarrete se
sucedieron algunos de los momentos memorables de la televisión, aquellos
que siempre surgen en los programas de archivo. Incansable Lola Flores
buscando su pendiente, insistente Uri Geller en doblar cucharas, cabreo de
alguien del público mientras cantaba Raffaella Carrá, debut de Martes y 13
como trío y de Miguel Bosé como cantante. Pero también el responsable de
la realización de estos espacios en directo con entrevistas a gente de la
talla de Charlton Heston, actuaciones de grupos míticos como Boney M y los
anónimos con cosas interesantes que contar a la audiencia.
En el 78 se encargó de “La segunda
oportunidad”, aquel espacio presentado por Paco Costas en cuya cabecera un
coche se golpeaba contra una gran piedra. La voz en off nos alentaba a ser
más precavidos frente al volante, formándose de nuevo el automóvil gracias
a la marcha atrás de la imagen. En el 81 fue el creador del concurso
“Lápiz y papel”, una simpática manera de aunar espectáculo y humor con
pruebas, presentado por el dúo Ángel Quesada y Pepe Carabias. Se buscaba a
una persona que reuniera los muchos datos que se precisaban (edad,
localidad, estado marital, signo del zodiaco…) con invitados como Parchís,
María Jiménez, Iván o Rocío Dúrcal. Los perdedores eran despedidos con
aquel latiguillo de “adjunto, sirena y puerta”.
En 1984, Navarrete dirigió
“SuperStar” en los meses que descansaba el “Un, dos, tres” la noche de los
viernes. Durante una hora se ofrecían diferentes actuaciones musicales y
humoristas de la época, con la particularidad de que cada semana tenía un
presentador diferente. Pasaron, entre otros, Norma Duval, Sara Montiel,
Paloma San Basilio, Daniela Romo, Juan Tamariz, el doctor Cabeza, Paco
Umbral, José Luis Moreno y Kiko Ledgard, en lo que sería su última
presentación en televisión. Se incluyó un concurso de parejas, tan de moda
años después. En esos años ochenta, Navarrete ya era un experto en
emisiones en directo. Tal vez por ese motivo fue el encargado de realizar
las únicas Nocheviejas que no se ofrecieron enlatadas.
“Viva 84″, “Viva 85″, “Viva 86″ y
“Viva 87″ son cuatro de los especiales de fin de año más interesantes de
la historia de nuestra televisión. El primero lo presentaron Martes y 13,
aún trío, y ofreció el videoclip que revolucionó la música, “Thriller”.
Los otros tres fueron conducidos magistralmente por Concha Velasco. Abrían
la noche todos los artistas reunidos. Lo que sucedía después pasaba por
desnudos de impacto, como el de Cicciolina, concursos de feos, premios a
los más famosos del año, caras populares entre el público, ballets con
elaboradas coreografías, caídas célebres (“las mujeres al poder…” que
resbaló a Mayra), la empanadilla de Encarna, el debut de los Morancos y
los temas musicales que sirvieron de banda sonora de la España ochentera.
Aquellos “vivas” desembocaron en las
dos temporadas de “Viva el espectáculo”, en TVE1. De nuevo junto a Concha
Velasco, Navarrete ofreció uno de los shows más recordados de los primeros
tiempos de la tele pública con sus competidoras cadenas privadas. Allí
emigró el realizador gallego, a despuntar con programas de grandes
audiencias. En Antena 3 destacó su “Furor”, con los minipuntos de Alonso
Caparrós, o “Trato hecho”, con un Bertín Osborne ofreciendo dinero a
cambio de no abrir las puertas del grandioso decorado. Regresó a TVE con
el concurso “Audacia”, presentado por el inolvidable Jordi Estadella,
maestro de la televisión que nos dejó tan pronto.
Le vimos junto a Rajoy y Rubalcaba,
encargado de la realización de los debates electorales PP-PSOE, el año
pasado. Hoy en día, Fernando reparte su tiempo como consejero de RTVE,
apoyando a la Academia de la Televisión y embarcado en un proyecto en el
que intentará encontrar un tesoro dentro de un barco alemán hundido hace
medio siglo. Con cámaras que rodarán bajo el mar. Transmite sus ganas de
vivir, de seguir trabajando por entretenernos a base de calidad, de
productos cargados de fuerza y alejados de esa televisión que nos quieren
instaurar a toda costa. Su buenhacer ha dejado huella en los nuevos
profesionales del medio. Toda una Biblia catódica. Gracias por su visita,
señor Navarrete.