El
pasado viernes 17 de diciembre tuve una cita muy especial en mi rincón
semanal de Castilla y León TV ya que nos visitaba Nieves Herrero. La histórica
presentadora está ligada, necesariamente, a una agenda. A ella le debe el
poder administrar su tiempo entre las entrevistas que firma para el
“Magazine de EL MUNDO”, las de la revista SEMANA, las colaboraciones
con “La noria”, con la tele de Aragón o la promoción de su libro
“Corazón Indio”. Pero en mi sección, sobre todo, íbamos a desgranar
detalles de su pasado catódico.
Nieves
llegó al mundo de la tele de la mano de Jesús Hermida aunque,
curiosamente, no congeniaron muy bien al principio. Finalmente, entró por
la puerta grande en el recordado “Por la mañana” de 1987. Allí surgió
una verdadera cantera de profesionales, en especial, “las chicas
Hermida”. Una oportunidad que supieron aprovechar los más talentosos y,
por esa razón, Nieves pasó a ser la directora adjunta de las tardes “A
mi manera”, junto al conocido presentador del tupé. Fue una etapa
corta debido a que tenía todas las miradas de los altos cargos puestas
encima.
Así,
con la llegada de las cadenas privadas, la “señorita Herrero” debuta
como directora y presentadora del espacio matinal “De tú a tú”.
Tanto gustó a los espectadores el programa, que los jefazos de Antena 3
decidieron que saltara al prime-time y seguir el ascenso laboral. Su
primera entrevista fue con Antonio Gala, que no le puso las cosas fáciles,
como si quisiera poner a prueba a Nieves como presentadora competitiva, en
una época donde brillaban mujeres de la talla de Julia Otero, Mercedes
Milá o la gran Raffaella. No sólo salió triunfante de la batalla sino
que su “De tú a tú” nocturno era uno de los espacios más vistos de
la semana.
Una
periodista que igual hacía radio que se encargaba de la campaña de
rebajas del Corte Inglés. Ganadora de muchos premios TP a la mejor
presentadora de televisión, Nieves se convirtió en habitual portada de
revistas y tuvo que pasar por una caza de brujas con el tema de Alcasser,
cuando los que más criticaron aquellos especiales han hecho de todo por
conseguir audiencia. Ella trató el caso porque se había desarrollado una
labor de búsqueda anterior, como también apoyó la causa de Joaquín José
Martínez, y no se devolvió el favor, haciendo una exclusiva con el
“Sabor a tí” de Ana Rosa Quintana.
Nieves
dejó “De tú a tú” en el programa 100 tras haber entrevistado a la
flor y nata del artisteo nacional e internacional. Siguió con su “Cita
con la vida” cada miércoles en Antena 3. Allí lució tripita en un
alarde nada usual en aquellos tiempos, que las presentadoras embarazadas
aparecieran un tiempo en pantalla. Se ganó de nuevo la atención de una
audiencia que esperaba semanalmente los invitados de alto copete que pasarían
por un plató, con mesa integrada en el centro, y siempre en directo. La
labor social de aquella “cita” hizo que mucha gente anónima pudiera
cumplir sus sueños, gracias a la solidaridad de los espectadores.
Además
de Telemaratones y especiales variados de la cadena, Nieves hizo de todo
por y para Antena 3, consiguiendo una imagen de prestigio. Saltaría a TVE
con otro programa de parecido corte, “Hoy es posible”, donde hubo más
temas sociales sin perder los invitados de interés. Desde Naomi Campbell
a Rocío Jurado, uniendo a famosos por características en común. Así,
vimos por primera vez a José Luis Moreno y Macario con Mari Carmen y Doña
Rogelia o a Camilo Sesto cantando con Alaska. Fue una temporada en la
cadena pública los Martes. Y, de ahí, pasaría a RNE durante una década
donde fue inmensamente feliz por su regreso a la radio.
La
hemos visto en el magazine de tarde de Telemadrid, pasando un día con
famosos por la tele de Murcia y haciendo lo que mejor sabe, el periodismo.
Ser mujer en televisión siempre fue una lucha y hacerse un hueco en un
mundo televisivo dirigido por figuras masculinas de poder, aún más.
Nieves Herrero figura con letras grandes en la historia del medio. Su paso
por mi sección es una huella del reconocimiento a las estrellas que nos
han hecho felices. Con ese apellido, como para no considerarla de la
familia. Desde luego, de la gran familia de la televisión.