El rincón de 

 Miguel Herrero

La semana pasada recibí en mi salón televisivo de Castilla y León TV a la voz de “El precio justo”, que es mucho más que eso. Es un gran conversador, una persona afable, alguien distinguido, con aspecto señorial, como de musical clásico de Broadway. No en vano, es actor, locutor, transmisor de sentimientos, de historias. Un narrador, un Tusitala. Tanto adjetivo como el que añadía a cualquiera de los objetos que ofrecía en su etapa más popular en el mundo televisivo.

A principios de 1988 llega “El precio justo”, basado en un formato americano que perduró durante décadas. En TVE no se había hecho nada parecido ya que los concursos ofrecían premios sustanciosos pero con cuentagotas, sin derroches. La idea de este nuevo espacio era tirar la casa por la ventana. Los medios publicaron que Emilio Aragón sería su presentador pero finalmente se quiso eliminar la parte lúdica que le daría el showman. Por lo que llamaron al que iba a ser el presentador de “La tarde”, Joaquín Prat.

Finalmente el programa se estrenaría el 29 de Febrero de ese 88, pero la voz no sería la que conoceríamos popularmente después. Un conocido locutor, relacionado con “Gran hermano” en sus primera épocas, puso voz a la primera emisión, pero fue evidente la falta de vitalidad en sus descripciones. Por lo que se buscó alguien que fuera capaz de engalanar los objetos que anhelaban obtener los concursantes del programa más visto del momento. Él era Primitivo Rojas.

Este extremeño ponía a calentar motores su voz cada lunes noche manteniendo una simpática relación de complicidad con su mítico presentador, Joaquín Prat. Las bromas que se gastaban resultaban tiernas, de profesionales que ya se conocían de antes, de la radio, y que se encontraban cómodos trabajando juntos. Por el programa desfilaron no sólo buenos enseres y adminículos, sino que sus azafatas se convirtieron en populares protagonistas de las revistas del momento.

Posiblemente, las más conocidas fueron Ivonne Reyes (que incluso se encargó de la explicación de la TP tarjeta que aparecía en las portadas de la revista Teleprograma), Eva Pedraza (Miss España además), Arancha del Sol (luego por platós de Telecinco tan conocidos como “Vivan los novios”) y Beatriz Rico (cuya trayectoria como actriz es más que respetable). Por lo que la fama de chicas florero se fue diluyendo. Durante sus últimas épocas, se fueron haciendo escaparates temáticos y pudieron lucirse un poco más.

Es evidente que cuanto mejor se sepa vender un producto, más ganas tendremos de adquirirlo. Y la voz que se encarga de relatarnos los parabienes del mismo es una clave fundamental. Primitivo ponía toda la carne en el asador en los escaparates finales donde los concursantes debían calcular el precio final de la suma de todos los artículos. En ocasiones superó los 40 millones de pesetas. Los premios batieron récords, también los anunciantes que pagaban sumas extraodinarias por aparecer durante la emisión del mismo.

“El precio justo” se emitió en 5 temporadas, de 1988 a 1992, pasando incluso por la Segunda Cadena los domingos por la tarde, en una intentona por aumentar la audiendia. Hubo algún especial con famosos. En la foto que nos trajo se podían ver de concursantes a Míriam Díaz Aroca, Pepe Navarro o Martes y 13. Aunque el formato se recuperó en varias ocasiones, ninguna tuvo el mismo éxito. Sí funcionó bien la etapa de Carlos Lozano en TVE pero no la de su sustituto Guillermo Romero ni la de Juan Y Medio en Antena 3. Mucho menos en una local.

Pero Primitivo es mucho más que 4 años en TVE. Es el locutor de la cadena SER, uno de los narradores de Íker Jiménez en radio y televisión y el reinventor de “La guerra de los mundos” que aterrorizó en Estados Unidos gracias al mítico Orson Welles. El señor Rojas, un invitado genial para todos los espectadores que disfrutamos con sus anécdotas y, sin pasarse, también, del mítico Precio Justo.