El rincón de 

 Miguel Herrero

  Raffaella Carrá  

 

 

 

Raffaella Carrá mantiene dos grandes secretos. Uno de ellos es la edad. En su regreso a la televisión española, en 1992, la prensa hablaba de 51 años. Por lo que hoy en día estaría cercana a los 70. La otra es la clave para ser tan profesional en todo lo que hace y por quedar en nuestros corazones eternamente.

 

 En los años 60, Raffaella ya era conocida ampliamente en Italia por el cine, llegando a Hollywood de la mano de Frank Sinatra en la película 'El coronel Von Ryan'. Estrella en la RAI posteriormente, hace su primera incursión en nuestro país en el espacio de Valerio Lazarov 'Señoras y señores' de 1974. Deja tan impactados a los espectadores que TVE se anima a ofrecer a una extranjera la presentación de su programa estelar 'La hora de...' que cada semana estaba introducido por un artista de carisma en nuestro país. Pero la italiana daba para más, y por eso, se hizo cargo de 4 emisiones. 'La hora de Raffaella' impactó tanto que muchas estrellas españolas se sintieron celosas de que una cantante foránea viniese a quitarles el puesto. Lo cierto es que por sus especiales, quedó patente la versatilidad de la italiana. Cantó temas marchosos y otros más sensibleros, se marcó pasos de los mejores musicales de Broadway e incluso entrevistó a sus invitados. Desde Lolita a Jorge Cafrune pasando por las Grecas. La prensa se enamoró de Raffaella pero su cotización era tan elevada que nos abandonó 17 años. Sus éxitos musicales brillaron cada dos por tres y pisó suelo español, y platós españoles, muy a menudo. Para especiales de Lazarov como 'Aquí radio sardina' o el Festival de Mallorca, para mostrar todo su esplendor en cuatro o cinco números musicales en directo, como ocurrió en 'Estudio abierto' de José María Íñigo y muchos otros conocidos espacios de TVE como 'Retrato en vivo'. Si bien, los 80 es una etapa de transición donde dejamos de disfrutar de Raffaella en televisión, excepto en la TV3 catalana, donde sus espectáculos eran emitidos parcialmente dentro de un show nocturno.

 Éxitos como 'Rumore rumore', 'Fiesta', 'En el amor todo es empezar', 'Caliente', 'Pedro' o 'Hay que venir al sur' la consagraron en ventas y en canciones pegadizas. Su estela permaneció durante todo el tiempo en que no tuvimos noticias de ella. En el verano de 1991, presentó una gala coproducida por la RAI y TVE. Por nuestra parte, los presentadores eran Míriam Díaz Aroca y Ricardo Fernández Deu, y por la suya eran Raffaella Carrá y Toto Cotugno, ganador de la Eurovisión de 1990. El recuerdo de la Carrá volvió a los magnates televisivos, que empezaron a cocinar el gran show que veríamos en 1992. Para sustituir al inolvidable 'Un, dos, tres...' los viernes por la noche, se pensó en adaptar el programa que Raffaella hacía en Italia con tan buenos resultados. Incluso su nombre se mantuvo. Como precalentamiento, se hizo cargo de una gala especial desde Sevilla, que se emitiría también para su país natal, ante la apertura de la EXPO. Pero el 8 de Mayo de ese año tan especial para España, se abren las puertas de 'Hola Raffaella'.

 

 

 'Hola Raffaella' no sólo era el saludo a la veterana artista sino la seguridad de encontrar todo un espectáculo de entretenimiento muy pocas veces visto en nuestro país. Desde el mastodóntico plató número 1 de los Estudios Buñuel, salió a la luz durante 10 semanas, justo en la misma ubicación física donde se realizaba el concurso de Chicho. De hecho, su graderío permanecía intacto y daba la sensación de emitirse una nueva entrega del 'Un, dos, tres'. Pero toda la extensión de los decorados de la subasta de Jordi Estadella se aprovechaban intensamente en el show de Raffaella, coronados por la gran escalinata que presidía el plató. Allí, la italiana interpretó sus mejores números musicales y realizó llamadas al azar a los hogares de sus millones de espectadores. La clave estaba en que el espectador respondiera con un rotundo 'Hola Raffaella' a la presentadora sin previo aviso. Esto originó muchas situaciones divertidas, donde podía recibir el saludo de un pequeño fan o la ira de alguien que pensara estar siendo objeto de una broma. En el lateral derecho del decorado, una especie de salita de estar con tres sofás. El central, para Raffaella y el invitado al que entrevistar. En los laterales, los tres hombres y tres mujeres, en bandos separados, que jugarían al 'Si fuera'. El juego se basaba en intentar acertar de qué famoso están hablando a través de las pistas que diera el invitado del sofá central, tales que 'si fuera una flor, qué flor sería' o 'si fuera un animal...'. El concursante, desde casa, se llevaba dinero si conseguía descubrirlo. Todo ello aderezado con actuaciones humorísticas de los colaboradores del espacio, Cruz y Raya y las Virtudes. Con la ayuda musical de la Orquesta Alcatraz en directo, las entrevistas alocadas a conocidos famosos y las estrellas invitadas al escenario como Annie Lennox o Luz Casal. Los sufridos famosos que jugaron al 'si fuera' tenían que enfrentarse a las travesuras del diablo Sergio, representación animada del realizador del programa y pareja de la vedette italiana, Sergio Japino. Así, una modelo como Sofía Mazagatos tenía que aguantar el calor que desprendía el sofá sin saber que era idea (con malicia) del diablillo. Para rematar la faena, Tony Kamo, un hipnotizador que hizo dormir a la mayor parte de los invitados del show, pasándolas canutas ante el sonriente público. Todo ello, añadiendo ideas originales, números visuales y el emitirse en directo. Fue tan rotundo su éxito que Raffaella tuvo que firmar una segunda temporada que aún la reportaría mayores triunfos.

 La Carrá editó un disco nuevo, un libro de recetas de cocina, fue parodiada por todos los imitadores de la época y acaparó premios. Si en los galardones de la revista TP concedidos a la labor en televisión de 1992, ganaron el premio al mejor programa de variedades por encima de otros de gran popularidad como el 'Vip noche', en 1993, repitió galardón al mejor show pero también al de mejor presentadora de una cadena nacional en España, lo cual supuso más de un recelo entre otras triunfadoras de la época como Isabel Gemio con 'Lo que necesitas es amor', Nieves Herreo, María Teresa Campos o Míriam Díaz Aroca. No así su amiga Concha Velasco, con la que protagonizaría una simpática portada de la revista SUPERTELE pero que el hecho de que la vallisoletana fuese la estrella de Tele5 le supuso un inconveniente. En la biografía de la actriz, ésta reconocía que ese reportaje se iba a realizar en los estudios de TVE en Prado del Rey pero que se la prohibió el paso por estar en otra cadena. La Carrá se reveló a los estamentos de TVE y con tal de hacer la portada con su colega, hicieron las fotos en un piso particular. Esta segunda temporada de 'Hola Raffaella' duró de Octubre de 1992 a Mayo de 1993 y se trasladó a los Jueves por la noche por obligación de la calabaza Ruperta. Por esa misma razón, el plató se le devolvió al Sr Ibáñez Serrador y Raffaella pasó a tener otro de grandes dimensiones, en Prado del Rey, aunque no tantas como antes. Si bien, el nivel de invitados siguió en alza. Desde Maradona, Miguel Bosé, Marta Sánchez, Alaska, Fernando Sánchez Dragó, Mar Flores, Ursula Andress, Raphael, Verónica Castro, Gina Lollobrigida, Marisa Paredes o Andrés Pajares, a los compañeros televisivos que iban a promocionar sus espacios. Joaquín Prat, Ramón García, Elisenda Roca, Ana Obregón, Jordi Estadella, entre muchos otros, se acercaron al plató. Allí igual les tocaba hacer algo poco habitual en su trayectoria como jugar a las sillas, travestirse o bailar el 'tuka tuka'. Hubo entrevistas especiales a actores como Mel Gibson, que tuvo que ordeñar una vaca, o Latoya Jackson, en el momento clave en que acusaban a su hermano Michael de pederastia. Colaboraron regularmente el mago Monty el loco, el humorista Paco Calonge, Loles León (hurgando en la basura de los famosos) o el transformista Angel Pavlosky. Fue la primera vez que TVE hacía un telemaratón, que tan de moda habían puesto las cadenas privadas, subastando objetos que habían dejado los invitados de la prestigiosa italiana. Además, cada semana, el programa ofrecía secciones innovadoras. Desde sketches imitando a los telediarios al apartado del adivino Rappel, que conseguiría emanciparse del show para hacer su propio programa, el polémico 'Dimensión Rappel'. Una temporada tan impactante, que decidieron ofrecer un listado en pantalla con los programas de más audiencia de todas las televisiones para comprobar que el suyo estaba en el primero o entre los más vistos de cada semana.

 

 

 Efectivamente, 'Hola Raffaella' era un éxito popular que TVE no quiso perder pese a las numerosas ofertas de su presentadora. Por ello, habría una tercera temporada del espectáculo televisivo, que arrancó a principios del mes de Noviembre de 1993 con todo el elenco de la nueva película de Pedro Almodóvar ,'Kika' (Bibiana Fernández, Rossy de Palma, Verónica Forqué...incluido el propio director manchego). Para exprimir más el limón, dieron un trabajo doble a la Carrá al hacerse cargo de un espacio diario llamado 'A las 8 con Raffaella', magazine de Lunes a Miércoles, con entrevistas a gente de la talla de Mel Brooks y con la llamada de atención de un concurso en el que había que acertar a qué correspondía el color azul (era la bandera del país Swatzlandia). Los Jueves, antes del Telediario, se rebautizó como 'No estamos en directo', un previo en el que mostrar la preparación del programa 'Hola Raffaella'. En este, comenzaron un concurso nacional de chistes con Marianico el Corto y Pedro Reyes, como jefes del cotarro. Colaboró también Moncho Borrajo con sus espontáneos monólogos e incluso Joaquín Cortés y sus coreografías. El formato del programa fue variando a lo largo de la temporada. El juego del 'Si fuera' volvió unas semanas después de que no cuajara el '¿Quién lo ha dicho?', variante del concurso. Y reclamaron la vuelta de Tony Kamo ante una importante bajada de audiencia,que se evidenció en el cambio de día, a los Miércoles. Muchas estrellas se sumaron a la lista de invitados. Desde Bárbara Rey, Mayra Gómez Kemp, Lola Flores, Javier Sardá, Agata Ruiz de la Prada, el periodista Emilio Romero e incluso Richard Gere. La noche en que Jimmy Jiménez-Arnau se sentaba en el polígrafo de 'La máquina de la verdad' de Tele5 debido al 'zapatazo' de Norma Duval en Onda Cero, la vedette aparecía con intenciones más amigables en el sofá de la Carrá. No faltaron las actuaciones musicales, de Roxette a Pretenders. Raffaella lo compatabilizó con la campaña publicitaria del Banco Central Hispano, en el que bailaba con un canguro animado. Pero bien es cierto que apenas ya se colaba de vez en cuando entre los 10 espacios más vistos de la semana, y en la cola. Pese a todo, no había famoso que se resistiera a aparecer en 'Hola Raffaella', incluso de otras cadenas. Jesús Vázquez o Carmen Sevilla aparecieron por el plató en una época en la que los directivos de cada cadena casi prohibían la aparición de sus estrellas en otras emisoras. En Junio de 1994 se emite el último programa con una entrañable reunión de viejos conocidos del espacio como Loles León, Joaquín Prat, las Virtudes o Margarita Landi. Finalizaba así una época inolvidable para TVE y para Raffaella.
 
 Un año después, en Marzo de 1995, Tele5 anuncia el fichaje de la italiana para conducir un espacio de sobremesa de Lunes a Viernes junto a nuevos colaboradores como el humorista Joan Dominguez. La experiencia apenas duró tres meses, hasta que la cadena emitió el Giro de Italia. De carácter lúdico, con entrevistas importantes, sorpresas a desconocidos y algún concurso telefónico, no llegó a cuajar en una época en la que los culebrones dominaban esa franja horaria. Realmente se trataba de una apuesta fuerte de la televisión privada por superar en audiencia a Antena3 a través de contratos multimillonarios a estrellas como Pepe Navarro, Belén Rueda, de nuevo Emilio Aragón o la Carrá, con la nueva directiva de Maurizzio Carlotti.
 

 

 Las apariciones de Raffaella serán tan escuetas desde entonces, como apreciadas por sus numerosos seguidores. Mientras en Italia arrasa con sus programas de sorpresas ('Carramba qué sorpresa') a TVE regresa para presentar las Campanadas de la Nochevieja de 1997 junto al incombustible Ramón García. También disfrutamos de su castellano italianizado en alguna conexión en directo desde su plató en la RAI y el de 'Risas y estrellas' con José Luis Moreno, en las galas del 40 y 50 aniversario de TVE para demostrar su agradecimiento a la cadena que le dio su oportunidad en los 70 y 90, y en alguna participación especial junto a los Morancos o en Castilla la Mancha TV. En la Navidad de 2004 se hace cargo de un Telemaratón de 10 horas para TVE, 'Contigo', para apadrinar niños en Nicaragua. Es su reencuentro con Loles León. Sobra decir la profesionalidad que mostró una vez más, pese a los 9 años de no usar nuestro idioma.
 
 Pero en 2008 Raffaella se involucró más que nunca con nuestro espíritu patriota. Pese a que Italia hacía años que abandonó el festival de Eurovisión y no parecía que la Carrá tuviese ningún lazo con el concurso musical, llevó las riendas de todos los especiales 'Salvemos Eurovisión' para escoger al representante español que hiciese auparse por fin en el escalafón del acontecimiento europeo. De piedra se quedó cuando tuvo que anunciar que los espectadores habían seleccionado al humorista Rodolfo Chikilicuatre para acudir a tan ilustre cita. Ella misma había manifestado la seguridad de que no lo conseguiría, que como broma estaba bien pero que ir más lejos resultaría excesivo. A partir de ahí, con buen humor, asumió cada gala hasta que en Mayo presentara los especiales previo y post a Eurovisión, cita que congregó a más de 9 millones de espectadores. Quien pensara que esta experiencia agridulce iba a afectar a la carrera de nuestra querida presentadora, se equivocaba ya que en Septiembre de 2008 regresó con impactante éxito a la TV italiana.
 

 

 La artista tiene tantos seguidores que en su país natal, los fans pagaban a españoles para que grabaran incluso con cámaras de vídeo caseras sus actuaciones en nuestro país pese a la mala calidad de imagen. Su melena rubia, siempre con la leyenda de ser una peluca, es una imagen de marca. A veces han intentado desmitificarla como ocurrió con unas fotos que en 2006 circularon y donde se dejaba caer un deterioro de la cantante. El tiempo evidenció que Raffaella está por encima de modas y épocas y que muchos siempre tendremos la misma ilusión, descolgar el teléfono y decirle a ella directamente : 'Hola Raffaella'. 

Siempre en nuestro corazón.

 

 

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