El rincón de 

 Miguel Herrero

Esta semana recibía en mi rincón telenostálgico a una de esas personas importantes de nuestra infancia, Consuelo Molina. Detrás de un nombre común se esconde una entrañable profesional que durante 4 años le dio vida y voz a Yupi, aquel extraterrestre naranja que nos acompañaba cada tarde, a las 18h, en la sintonía de la Primera Cadena de TVE. Una inversión que llegó a aparecer en el libro Guinness de los récords como la producción infantil más cara, 6 millones de pesetas por capítulo.

Chelo llegó a la televisión de una manera muy casual, presentándose a las pruebas del nuevo personaje que sustituiría a Espinete. Y ya estando medio seleccionada, colaboró en una tanda de capítulos del “Barrio Sésamo” como una de aquellas gemelas, muy traviesas, llamadas “Kika y Kuka”. Su compañera era la actriz de doblaje Pilar Coronado, Urkel en “Cosas de casa”. Pero fue en la primavera de 1988 cuando TVE lanzaba por primera vez “Los mundos de Yupi”.

Con una pegadiza sintonía, que al igual que el resto de canciones del programa eran una producción de July Murillo, y un impresionante decorado que representaba la plaza de un pueblo castellano, una nave aterrizaba en el bosque, con dos personajes que venían en son de paz, Yupi y Astrako (Alfonso Vallejo, anteriormente don Pimpón). El excelente reparto nos dejaba nombres como Isabel Ordaz (hoy en “La que se avecina”), Carlos Manuel Díaz, Pepín Salvador (después en “Periodistas”) y la prestigiosa Aurora Redondo, que ya contaba con 88 años.

El éxito fue inmediato. Las divertidas tramas, los personajes de trapo (Pi y Tágoras, Tuco y Kanika o Estiri y Gro) posibilitaron una segunda parte donde ya se trasladaban al espacio exterior. Como una versión infantil de “Star Trek” fueron apareciendo todo tipo de personajes invasores, con nuevos integrantes (el robot P-Goto, la mágica Anube o el abuelo Martín interpretado por el entrañable Luis Barbero). En esa etapa vimos a Penélope Cruz dando sus primeros pasos en el medio, en un cameo previo a “La quinta marcha”, y continuó Lara de Miguel (después en “Compañeros”).

Un día de 1991 se acabó la serie. Se supone que por su alto presupuesto o porque querían algo más infantil. Yupi continuó en algunas galas y en una corta serie llamada “Los cuentos de Yupi”. Chelo le dio vida con ternura, convirtiendo un muñeco en un ser con sentimientos, granuja pero bondadoso, quejica pero risueño. Con la misma cercanía que ella transmite y con la que lleva ganándose la vida otras dos décadas poniendo voz a grandes personajes, el niño de “Dos hombres y medio”, el último “Milhouse” de “Los Simpson” o el Piecito “del valle encantado”. Fue un honor charlar con ella, y con Yupi, como eterno agradecimiento a su labor. Todos vivimos en algún momento en los mundos de Yupi gracias a Consuelo Molina.

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