Esta
es una de esas series que no ha envejecido excepto en algunas expresiones y en
cuestiones de mobiliario, vestuario y demás. Pero la diversión está
garantizada cuando volvemos a ver un capítulo de los 102 que componen sus
cuatro temporadas. Fue en 1988 cuando la vimos por primera vez dentro del
contenedor infantil-juvenil de TVE1 "Cajón desastre", presentado por Míriam
Díaz Aroca.
ALF es la unión de siglas "Alien Life Form" o "Forma de Vida
Alienígena". Pese a tener 202 años se conservaba fresco y lozano, había
trabajado de modelo en su planeta, Melmac. Tenía tres padres y un aspecto propio
de un oso hormiguero. Estudió durante 122 años y acabó siendo Licenciado
en la Escuela Superior de Informática, por eso lo de seguir probando en el
arreglo de su nave. Pese a estar soltero era especialmente enamoradizo, recordando
a su novia Rhonda en multitud de capítulos. Medía 91 cms. En su primera época,
el actor Michus Mezarus, de 66 cm y con un peso de 16 kgs, se metía dentro
del disfraz, que era cuando le podíamos ver andar de una manera bastante
primaria y como un pequeño mono corriendo en un circo. Poco después se decidió
que casi siempre lo viéramos de medio cuerpo siendo manipulado por un robot.
La acción comenzaba cuando una nave espacial se estrella en el garaje de la
familia Tanner, muy típicos en su quehacer diario si no fuese porque un
extraterrestre se mete en todos sus problemas y les proporciona más dolores de
cabeza de lo necesario. El núcleo familiar era perfecto: padre/madre/hijo/hija
y mascota, el gato. El patriarca era Willy Tanner, un buenazo que se desesperaba
ante los desastres que le preparaba el alienígena. Su intención era hacer
entender a ALF que su actitud no es propia de alguien civilizado y que tiene que
adaptarse al contexto social que le toca vivir momentáneamente. La mujer era
Kate, una bella esposa que rechaza al extraterrestre, pero que a lo largo del
transcurso de la serie se va familiarizando con él hasta el punto de encariñarse.
De hecho, en los capítulos en que nuestro personaje preferido estaba a punto de
volver a su planeta, el tono melodramático que cogía la serie hacía que
viésemos el verdadero sentimiento de la familia hacia el bicho. La chica
mayor era Lynn, una joven simpática y algo ñoña que hablaba con el alienígena
como si fuera su hermana mayor y haciéndole comprender de una manera cariñosa
que cuando le riñen es con razón. Y el pequeño, Brian, lo pasa en grande viviendo
con un extraterrestre como mascota en lugar del perro que tenían sus
amigos. Lo malo de que su mascota sea habladora e ingeniosa es que le mete en
mil problemas, como cuando ALF le dijo que pusiera un planeta más en su
proyecto de ciencias aunque no estuviera reconocido por nuestros científicos.
Le costó una buena paliza pese a que tenía razón. Pero el hobbie preferido de
ALF era el intentar zamparse al gato de la familia, Lucky, que no era tan
afortunado como su nombre puesto que daba la casualidad de que el extraterrestre
tenía en los mininos su mejor manjar. Y había que saciar los 8 estómagos que
incluía en su anatomía. Por eso, en uno de esos típicos capítulos resumen de
los mejores momentos de la serie, cuando iba a regresar a su planeta, se llevaba
en la mochila al gato como un tentempié más. Para picar en el viaje.
Además, se incluyeron unos vecinos pesados al más puro estilo de series como
"Los Ropper" o la posterior "Matrimonio con hijos". Eran los
Armonía, aunque de armonía, poco. Porque se metían en los problemas de los
Tanner, que ya eran bastantes. Por Internet se les llama "los Ochmoneck"
sin traducir, acabemos con los errores. La señora Armonía era la
metomentodo que descubría a ALF haciendo de las suyas en el jardín y era
tomada por loca cuando se lo contaba a su marido, un vividor y un borrachín.
Pero es que nuestro pequeño protagonista tenía que esconderse cada vez que
llamaban a la puerta. Por eso, el grito unánime tras el sonido del timbre :
"ALF, a la cocina", lo cual le molestaba bastante y llegó a amenazar
con coger la puerta de la cocina en más de una ocasión y marcharse. Sólo
le quedaba la suegra de la familia, la madre de Kate, más agria aún que
Dorothy de "Las chicas de oro" y responsable de algunas de las mejores
puyas entre suegra-alienígena. Sin embargo, uno de los momentos más emotivos
de la serie ocurrió en el momento en que se plantearon qué sería de
ALF cuando Willy y Kate no vivieran puesto que la edad de ALF era centenaria y aún
le quedaba mucho por vivir. Un capítulo en blanco y negro, al estilo Chaplin
con rótulos, y compartiendo vida con Lynn y Brian, ya creciditos, nos
dejaba con la angustia del futuro que le esperaba a nuestro querido personaje.
Al pequeño ser venido del espacio le encantaba disfrazarse por lo que vimos a
ALF vestido de mil maneras, resultando tan simpático de señorona con
pamela o de Papá Noel. Otra de las aficiones era la de dejar seca la tarjeta
bancaria del pobre Willy, usándola para pagar todo aquello que se anunciaba en
las teletiendas y que llenaba el comedor de la casa ante la cara de asombro de
la familia cuando volvían al hogar. Y casi siempre en objetos inservibles como
todos los elementos de bricolaje que les regaló en el primer especial navideño
de la serie. ALF venía a ser un pícaro, un niño travieso que se gana al
personal al poner carita de no haber roto un plato tras haberse cachondeado de
las normas y de toda actitud responsable. Le vimos obsesionado con un muñeco en
plan ventrílocuo, conducir a 200 km/h en plena autopista, hacer una ouija,
llamar a la puerta de una pobre abuelita en Halloween o visitar "La
isla de la fantasía" tras cavar un buen agujero en el jardín de su casa.
Uno de los mayores atractivos de la serie fue el estupendo doblaje español
que nos regalaron con un Eduardo Moreno que dotó al extraterrestre de una
ternura fantástica. Hasta entonces, los OVNIS dejaban en nuestro planeta a
seres amenazadores y con formas variopintas que aterrorizaban a la Humanidad.
Pero el "bajito" de tripilla marrón era para comérselo. Otra voz
peculiar fue la de Marta García, que compaginaba el trabajo de actriz de
doblaje de la joven Lynn con el de chica del tiempo en Televisión Española. En
webs internacionales se recalca la excelente labor de nuestro doblaje. Todo un
detalle.
La serie tuvo un especial de Navidad más largo de lo habitual, que vimos en la
Nochebuena de 1990 antes de un "Precio justo" cargado de famosos
concursantes. En aquella ocasión, ALF conseguía alegrar a una niña enferma en
un hospital cuando le confunden con un juguete y llega a evitar el suicidio
de un repartidor cuando está a punto de tirarse por un puente. Pero uno de los
grandes errores de la serie fue no dejar un desenlace digno tras los exitosos
ratings logrados. Tal vez por no saber cómo poner fin, nos dejaba con la
tensión de ver al indefenso ALF rodeado por varios coches de los
Servicios Secretos de Estados Unidos que lo llevarían para experimentar
con él. Tras la serie animada "Los cuentos de ALF", también
emitida por TVE1, a mediados de los 90, se rodó una película para televisión
llamada "Proyecto: ALF" donde ya nos encontrábamos con el alienígena
capturado y con una leve y lejana referencia a los Tanner. El mismísimo Martin
Sheen se convertía en el Coronel que lo perseguía en esta ocasión. Y aunque
nosotros no lo viéramos, en USA, el extraterrestre hizo mucha publicidad e
incluso un reciente show, en 2004, al más puro estilo Johnny Carson (que
había realizado un "cameo" en la propia serie) aunque no llegó a
tener una gran repercusión. Fue invitado habitual en programas como el "Vip
noche" americano y hemos visto varios guiños acerca del personaje en
series como "Los Simpson" o "Padre de familia". Ni qué
decir del éxito de ventas que supuso el merchandaising del extraterrestre en
llaveros, figuritas, álbumes de cromos, pegatinas en chicles o cómics. Tener
un muñeco de ALF hoy en día se puede considerar un lujo y lo comprobé cuando
mostré mi peluche en una de las semifinales del concurso "Soy el que más
sabe de tv del mundo". Incluso el director del espacio se hizo una foto con
él. Precisamente un peluche igual abrazaba la joven "Blossom" tras
despertarse de un sueño en el que aparecía el verdadero ALF. Éste decidía
que Blossom no debía ganar el Premio Nobel de la Paz por haber salido con el
empollón de la clase. Esto de aparecer invitado en una serie no era nuevo para
él puesto que había pasado por una de las nuevas aventuras de "Vacaciones
en el mar" o por un capítulo del abogado "Matlock". Parece que sólo
les cayó mal a los directivos de la TV polaca, que censuraron dos capítulos en
los que ALF entrevistaba a un doble del Papa Juan Pablo II.
En España seguimos las andanzas del extraterrestre los Domingos por la
tarde en TVE1 cuando el éxito matinal de los sábados presagiaba buenas
audiencias. Pasó por Canal Plus en el 92, convirtiéndose en uno de sus espacios más vistos
y, nuevamente, arrasó en los mediodías de Antena3 en 1995. Ya en el nuevo
milenio lo vimos por el Canal Megatrix de Vía Digital, en la 2 de TVE y en
repasos histórico-televisivos como "Las series de tu vida" en el
2007, brevemente y de madrugada.
A nivel personal, ALF y yo compartimos el
placer de ver la televisión y con lo mucho que me gustas, si te cansas de los
Tanner, querido ALF, en Valladolid tienes tu casa.
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